Una primera recomendación antes de viajar es Informarse adecuadamente de las playas que admiten perros, conocer a qué lugares y a qué horas podemos llevar a nuestro perro. De todos es sabido que hay playas que no permiten mascotas durante las épocas de baño, por temor a que ensucien la arena o que molesten a otros usuarios. Hay otras que permiten que vayan en verano, pero en horario restringido. Por último, hay zonas de algunas playas que están acondicionadas para que los perros vayan a cualquier hora. Por estos motivos es importante que en primer lugar nos informemos para conocer qué lugares y en qué horarios podemos ir con nuestro perro.

El medio de transporte para nuestra mascota
Si vamos en nuestro coche debemos tener siempre presentes las normas de tráfico que nos obligan a llevar al perro en el asiento de atrás separado del conductor. Podemos utilizar una red, barras fijas o un adaptador para el cinturón de seguridad que hace que la mascota se quede detrás. Es fundamental para evitar posibles accidentes si el perro salta hacia el asiento del conductor.

Jamás deberemos dejar a nuestra mascota en el interior del coche sin supervisión, la temperatura puede aumentar tanto que acabe provocándole un golpe de calor, poniendo en peligro la vida de nuestro perro, y convirtiendo un día de diversión en uno de preocupación.
Tener en cuenta las necesidades de nuestro perro en el coche, parando de vez en cuando para que pueda estirar sus extremidades y beber agua.

Si se marea, lo más práctico es preguntar a nuestro veterinario de confianza para que nos de las indicaciones que nos ayude a evitarlo.

Si vamos en transporte público saber cuáles son las normas de cada compañía de transporte. No se necesita lo mismo para viajar en metro que en tren que en autobús. Además, la normativa puede cambiar en cada municipio por estar sujeta a las ordenanzas municipales.

A qué hora ir y cómo debemos actuar en la playa Igual que para las personas no es lo mismo según la hora del día a la que vayamos. Lo más recomendable es evitar las horas de más calor, para que el animal pueda correr y disfrutar minimizando los riesgos para su salud. Recordemos el temido golpe de calor. Recordemos que las razas braquicéfalas son más propensas a padecerlo.

Un lugar tranquilo
Lo más adecuado es buscar un lugar tranquilo donde no molestemos a otras personas. Recordar llevar la sombrilla para que pueda guarecerse del sol si lo necesita.

No perderlo de vista
En lugares abiertos como la playa hay innumerables cosas que atraerán su gran curiosidad, y, podría despistarse y perderse fácilmente.

Actitud vigilante con otros perros
Ninguno desea tener conflictos. Lo recomendable es llevarlos atados, para evitar malas experiencias con otros perros y para no molestar a otros usuarios de la playa.

Crema solar protectora
Pocas personas son conscientes de esta necesidad. Es importante poner protector solar en las zonas con poco pelo y poca pigmentación. También es importante poner el protector de las almohadillas. Debemos saber que durante las horas centrales del día el sol es muy fuerte y es más fácil padecer un golpe de calor o la quemadura de las almohadillas plantares

Una correcta hidratación de nuestro perro
Debemos disponer de un recipiente donde podamos darle agua fresca frecuentemente. Si no lo hacemos, beberá agua de mar, lo que puede provocarle problemas gastrointestinales.

La elección de la zona de baño
Debemos elegir una zona segura, proco profunda y sin corrientes. El baño proporcionará diversión, pero además permitirá que nuestro perro baje la temperatura corporal, alejando así el temido golpe de calor. Vigilar las condiciones del mar (mirar las banderas de peligro), sobre todo si nuestro perro es de los que se lanzan al agua nada más llegar.

La elección de la zona en la playa
Hay que ser muy vigilante con la zona de la playa donde nos pongamos, y evitar que no tenga cristales rotos, anzuelos, latas, erizos, medusas u otros objetos peligrosos.  


Debemos evitar que nuestro perro como arena, ya que la ingesta masiva de arena provocará que nuestra mascota acabe en el veterinario por una gastroenteritis que puede ser muy grave. 

Recoger los excrementos de nuestro perro
Debemos ser cuidadosos para no ensuciar el entorno y respetar al resto de usuarios de la playa. Estas son las premisas fundamentales para conseguir el respeto de aquellos que no están de acuerdo con la presencia de perros en las playas. Solo así conseguiremos que nuestros perros sean bienvenidos cada vez más en las playas.

El baño no les gusta a todos los perros
Si el nuestro es uno de ellos no le obliguemos. Si queremos que lo haga en un futuro tendremos que acostumbrarlos de forma gradual y aprovechando alguna actividad que les guste mucho, como ir a recoger la pelota.

Bien fresquito
Para los perros que no se refrescan bañándose en el mar, podemos ir echándoles agua por encima para ayudarles a regular la temperatura corporal. También podemos cavar un hoyo profundo para que se meta el perro y pueda estar más fresquito. Tanto si lo hemos cavado nosotros o nuestro perro, recordar taparlo antes de irnos para que ninguna persona pueda caer y hacerse daño en él.

Evitar el boza
lSi tuviese que llevarlo por obligación, que sea uno grande. Para que nuestro perro pueda abrir bien la boca y sacar bien la lengua para jadear.

Al regresar a casa o al hotel
Lo primero al regresar es darle un buen cepillado para eliminar la arena, y bañarlo con agua dulce para eliminar la sal. Vigilar que las orejas y los ojos queden limpios y sin restos de suciedad.

Ante cualquier duda
Consultar siempre con nuestro veterinario de confianza (si estamos de viaje es recomendable buscar un centro veterinario en el momento de preparar el viaje). Si vemos cualquier anomalía en la piel, si su función gastrointestinal se ve alterada o incluso si vemos cualquier cambio de comportamiento, hay que acudir al profesional veterinario, él lo examinará y podrá decirnos si es necesario llevar a cabo algún tratamiento. A veces son simples agujetas porque nuestro perro es más sedentario y ha hecho mucho ejercicio. En ese caso un poco de reposo con o sin antiinflamatorios bastará para que nuestra mascota vuelva a ser la de siempre.